ASPECTOS PSICOLOGICOS DE LAS ENFERMEDADES ALËRGICAS

** Asma
Si bien el asma no está causada por problemas psíquicos o emocionales, sí es cierto que estos factores juegan un papel importante en las agudizaciones. El estrés y los factores psicológicos pueden provocar las crisis asmáticas y agravar los síntomas del paciente.
La ansiedad, angustia, excitación, irritabilidad, etc. pueden actuar como precipitantes de las crisis asmáticas en personas que ya presentan una hiperreactividad bronquial. Existen estudios que demuestran que las personas asmáticas sometidas a estrés tienen un empeoramiento de sus síntomas. También se ha demostrado que se producen cambios en las vías aéreas como consecuencia de estímulos psicológicos.
Otros estudios han mostrado que diversos estresores pueden perjudicar la función inmunitaria y, así mismo, existe la posibilidad de mejorar la función inmunológica mediante intervenciones psicológicas. Como lo veremos al tratar la rinitis alérgica.
Por otro lado, los factores psicológicos juegan un papel importante en la percepción y conciencia de la severidad de la enfermedad, la adhesión al tratamiento, el manejo de la enfermedad por parte del paciente y la habilidad para mantener una adecuada contracción de los músculos respiratorios durante una crisis de asma.
Silverglade y cols. indicaron que las creencias irracionales sobre la importancia de la aprobación por parte de los demás, la falta de control emocional, la ansiedad, la depresión y la hostilidad estaban relacionadas con la severidad del asma.
Los asmáticos y las personas alérgicas en general presentan una hipersensibilidad biológica; es decir, su sistema inmunitario reacciona de una manera excesiva ante estímulos que no son dañinos. Algunos autores plantean que esta tendencia a hiperreaccionar no se da sólo a nivel biológico sino también a nivel emocional. Estas hiperreacciones pueden ser de diversos tipos, dando lugar a personas alérgicas o asmáticas muy diferentes entre sí: la persona hipersensible a nivel emocional, que se siente dolida u ofendida con facilidad; la persona intolerante, que reacciona con intensidad ante pequeños errores o defectos; la persona que reacciona con excesivo entusiasmo y euforia; la persona que no es capaz de parar (de pensar en algo, de dejar de hacer algo, etc.).
El aprendizaje también puede jugar un papel importante en la aparición de las crisis asmáticas. Por ejemplo, un niño puede aprender que los ataques asmáticos le permiten pasar más tiempo con su madre, recibir más atención, librarse de ir a clase, etc. Por otra parte, el condicionamiento clásico también puede desencadenar un ataque debido a una asociación entre un estímulo determinado y dicho ataque. Esta asociación se produce porque algunos ataques han tenido lugar en asociación a un determinado estímulo (por ejemplo, un determinado estado emocional, un lugar concreto, etc.). Después, dicho estímulo llega a causar el ataque por sí mismo, sin que exista ningún alérgeno que lo desencadene.
Los medicamentos de control a largo plazo, normalmente se toman todos los días para controlar los síntomas del asma y para prevenir que ocurran ataques de asma.
Los medicamentos de alivio rápido se toman principalmente para aliviar el comienzo repentino de los síntomas de asma (tal como durante un ataque de asma), y en casos en los que los síntomas de asma ocurren sólo ocasionalmente.El tipo de medicamento prescrito por su médico para tratar sus síntomas del asma depende del tipo y la severidad de su asma, así como de sus necesidades médicas individuales.
Los medicamentos de alivio rápido para el asma relajan los músculos de y alrededor de las vías respiratorias que se tensan durante un ataque de asma. Cuanto más pronto una persona tome el medicamento de alivio rápido al comienzo de los síntomas del asma, más rápido se logrará controlar el asma de nuevo. Aunque los medicamentos de alivio rápido pueden aliviar los síntomas, dicho alivio puede sólo durar unas cuatro horas. Es importante aclarar que los medicamentos de alivio rápido para el asma no evitan que los síntomas vuelvan a ocurrir. Sólo los medicamentos a largo plazo para el asma pueden ayudar a prevenir la recurrencia de los síntomas. Algunas personas con asma frecuente o severa pueden utilizar ambos tipos de medicamentos para controlar su asma (como le aconseje su médico).

**Rinitis alérgica.
¿Tiene estornudos frecuentes y picazón en la nariz, o una congestión o secreciones nasales que no parecen desaparecer? Si es así, usted podría tener rinitis.
La rinitis es una de las condiciones alérgicas más comunes en los Estados Unidos, y afecta a más de 50 millones de personas. A menudo coexiste con otros trastornos alérgicos, como el asma. La rinitis tiene un impacto significativo en la calidad de vida de los que la padecen. Además, puede contribuir a otras condiciones como problemas sinusales y en los oídos, problemas de sueño y problemas de aprendizaje. En pacientes con asma, la rinitis incontrolada parece empeorar la enfermedad. Hay dos tipos generales de rinitis:
*Rinitis alérgica
La rinitis alérgica es causada por sustancias que respiramos llamadas alérgenos. Los alérgenos suelen ser sustancias inofensivas que pueden causar problemas sólo a ciertas personas. Estos problemas son causados porque el sistema inmunológico de las personas con rinitis alérgica identifica erróneamente esas sustancias como intrusos y genera una reacción contra ellas. Durante esta reacción, las células del sistema inmunológico liberan sustancias como la histamina y los leucotrienos que causan los síntomas de la rinitis alérgica; estas y otras sustancias también causan inflamación en el revestimiento nasal que hace la nariz muy sensible a irritantes como el humo y los olores fuertes, o a cambios en la temperatura y la humedad del aire.
Cuando la rinitis alérgica es causada por alérgenos externos comunes, como polen de árboles, hierba y arbustos o moho transportado en el aire, se le llama rinitis alérgica estacional o "fiebre del heno".
**La rinitis alérgica también es desencadenada por alérgenos comunes en interiores, como la caspa de animales (partículas secas de piel y saliva), moho en interiores o excrementos de cucarachas y acáridos del polvo. A esta se le llama rinitis alérgica perenne. Se manifiesta por los siguientes síntomas: estornudos (son clásicos los llamados “en salva”, varios seguidos y en horas de la mañana), nariz tapada (congestión), secreción nasal, picazón (en la nariz, el paladar, la garganta, los ojos y los oídos).
Si usted tiene síntomas de rinitis alérgica, un alergista/ inmunólogo puede ayudar a determinar los alérgenos específicos que desencadenan su reacción. El alergista/ inmunólogo revisará su historial médico completo y después hará pruebas para determinar si tiene alergias. Las pruebas cutáneas o los análisis de sangre son los métodos más comunes para determinar los factores desencadenantes de su rinitis alérgica.
Después de determinar los factores desencadenantes de su rinitis alérgica, su médico trabajará con usted en la elaboración de un plan para evitar a los alérgenos que desencadenan sus síntomas. Por ejemplo, si es alérgico a los acáridos del polvo o al moho en interiores, deberá tomar medidas para reducir lo más posible la presencia de esos alérgenos en su hogar. Los folletos Consejos sobre Alérgenos en Interiores y Alérgenos en Exteriores ofrecen útiles consejos en este terreno.
Su médico puede recetarle medicamentos para disminuir los síntomas de rinitis alérgica.
Las píldoras de antihistamínicos y los atomizadores nasales de antihistamínicos bloquean la histamina, uno de los mediadores más importantes de la respuesta alérgica. La liberación de histamina durante las reacciones alérgicas da lugar a muchos síntomas de rinitis, como picazón, estornudos y secreción nasal. Los antihistamínicos no son tan eficaces para la congestión nasal.
Los antagonistas receptores de leucotrienos vienen en píldoras y bloquean la acción de los leucotrienos, otros importantes mediadores de los síntomas de alergia y de la inflamación. Pueden funcionar contra todos los síntomas de la rinitis alérgica.

Los corticosteroides inhalados por vía nasal reducen y controlan el impacto de todos o la mayoría de los mediadores que pueden causar inflamación en la nariz. Estos medicamentos mejoran todos los síntomas de la rinitis alérgica, como la picazón, los estornudos, la secreción nasal y la congestión. Los corticosteroides nasales son los medicamentos más potentes disponibles para el tratamiento de la rinitis alérgica.
Las píldoras o atomizadores descongestionantes pueden ser útiles en la atención a los pacientes con rinitis alérgica cuya congestión nasal no se puede aliviar con otros medicamentos. Los atomizadores descongestionantes no se deben usar por períodos largos. Un atomizador nasal llamado ipratropio se puede usar para reducir la secreción nasal.
La inmunoterapia alergénica, también conocida como "inyecciones para la alergia", se puede considerar si persisten los síntomas. Este tratamiento conlleva recibir inyecciones periódicamente - según lo determine su alergista/inmunólogo- durante un período de tres a cinco años. Las soluciones de las inyecciones contienen las sustancias a las que usted es alérgico. Este tratamiento ayuda a su sistema inmunológico a tolerar estas sustancias y a reducir la necesidad de medicamentos.

*Rinitis no alérgica
Por lo menos una de cada tres personas con rinitis no tiene alergias. La rinitis no alérgica suele afectar a adultos y causa síntomas durante todo el año, especialmente secreción y congestión nasal. Este problema se diferencia de la rinitis alérgica en que el sistema inmunológico no parece intervenir. Lamentablemente, no se sabe completamente bien, por qué ocurre la rinitis no alérgica.
Algunas personas con rinitis no alérgica tienen inflamación en la nariz y en los senos. En las formas más severas de este problema, los pacientes tienen pólipos, que son excrecencias en las membranas mucosas de la nariz que bloquean la entrada y la salida del aire. Los pacientes con estos problemas también sufren la pérdida del sentido del olfato. En otras formas de rinitis no alérgica hay muy poca inflamación, o ninguna, y los síntomas se desencadenan mayormente por olores fuertes, la polución, el humo y otros irritantes. Algunos médicos le llaman a esta condición “rinitis vasomotora”.
Los síntomas de la rinitis no alérgica pueden ser causados por los efectos secundarios de ciertos fármacos, como medicinas para la presión arterial, anticonceptivos orales o medicamentos usados para la disfunción eréctil. La forma más común de este tipo de rinitis no alérgica es causada por los atomizadores de descongestionantes nasales, cuando las personas los usan por largos períodos. Este tipo de rinitis inducida por medicamentos también se llama rinitis medicamentosa.
En referencia al tratamiento si hay inflamación en la nariz, el tratamiento preferido para esta forma de rinitis no alérgica son los atomizadores de corticosteroides nasales.
Si hay una gran cantidad de secreción nasal, el atomizador nasal de ipratropio puede aliviar este síntoma en rinitis no alérgica.
Si la congestión nasal es un problema grave, se pueden usar píldoras o atomizadores descongestionantes, pero (volvemos a aclararlo) los atomizadores no se deben usar por períodos largos.
Al conocer las causas y los síntomas de las diversas formas de la rinitis, estará mejor capacitado para identificar sus síntomas y sus factores desencadenantes. Su alergista/inmunólogo puede ayudarlo al hacer un diagnóstico preciso y determinar un tratamiento eficaz.

Cuándo se debe ver a un especialista en alergias y asma, los pacientes debe concurrir a estos especialistas si: tienen síntomas prolongados o severos de rinitis, si tienen pólipos nasales, si tienen condiciones coexistentes como asma o sinusitis recurrente. Si tienen síntomas que interfieren con su calidad de vida o con su capacidad de realizar actividades cotidianas. También si han hallado que los medicamentos son ineficaces o han tenido reacciones adversas a los medicamentos. En un niño con rinitis alérgica, porque la inmunoterapia puede prevenir el desarrollo del asma.
Tanto en el asma como en la rinitis hay interesantes factores psicológicos. Se pueden desencadenar en situaciones que representen para el sujeto la vivencia de fracaso, o en el caso de la mujer la separación (real o imaginada) de un vínculo que represente una relación de apego y apoyo significativo. El estrés complementa el peso generador de enfermedad de este tipo de vivencias. El estrés puede set anterior (y también posterior) al tipo de vivencias referidas (vivencias claves). Se trata de personalidades inseguras o evitativas, las cuales, si logran la autoafirmación por vía de una psicoterapia cognitivo-conductual, pueden mejorar la parte “psicológica” de estas dos enfermedades mencionadas. Hay que recordar que restan las dos más importantes: la inmunológica y la infecciosa. De modo que tratándose (muchas veces) de enfermedades crónicas, se sugiere un tratamiento multidisciplinario.